En nuestra primera entrevista tuvimos
el placer de contar con la joven actriz Carlota García, reconocida
por su papel en la serie El Internado (2007-2010). A partir de
entonces, ha seguido ocupando espacios en la pantalla y, actualmente,
también en teatro con la obra Nerón, donde comparte
protagonismo con Raúl Arévalo.
Debido a que esta serie comenzó en
2007, cuando las redes sociales aún no habían despegado, la actriz
opina que no fue destacable la participación de las mismas; y que,
por ello, el trabajo de promoción y difusión se llevó a cabo
gracias a la televisión.
En la actualidad, sin embargo, sí cree
que son necesarias estas redes sociales, ya que prácticamente las
utiliza todo el mundo. Entre todas ellas nombra a dos como las
principales: Instagram
y Twitter. De la primera, además, cree que su fuerza no reside
únicamente en el uso promocional que se extraiga de ella, sino
también porque "es el día a día" de la gente, es donde
los actores (y el resto de personas) se pueden mostrar al gran
público, algo que para lograrlo anteriormente era necesaria la ayuda
de las cadenas de televisión.
De las RRSS pasamos a las nuevas
plataformas digitales, conocidas como plataformas de streaming.
Las series y el cine están dejando de ocupar su espacio natural y se
van desplazando progesivamente hacia estas plataformas. Según
Carlota García, esto se debe principalmente al presupuesto de la
producción. Es este presupuesto el que marca a dónde va a ir
destinada dicha producción.
Cuando le preguntamos si cree que estás
nuevas plataformas están dañando al sector (concretamente a las
productoras de cine), nos responde que no, que simplemente estamos
viendo cómo evolucionan. Aunque sí menciona que, en el caso
concreto de la televisión, se está quedando atrás.
Por último, le preguntamos como
afectan o influyen en su labor de intérprete, y si sirven como
escaparate para presentar a nuevos actores y actrices. Ella no duda
en responder que sí lo son, pero de la misma forma en la que lo hace
las cadenas de televisión. García prefiere destacar la importancia
en confiar en los nuevos actores, antes que en la diferencia entre
televisión-streaming.
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